Gastronomía
El Mar Cantábrico, tan presente en este Municipio, es el protagonista de su gastronomía y la buena mesa, a la que provee con una variada y rica selección de mariscos suministrados directamente de su costa que destacan por su gran calidad, centollos, nécoras, almejas, bogavantes, cigalas, pero sobresalientes entre todos se presentan los percebes, favorecido por las agitadas aguas que rompen en estos acantilados, estos crustáceos que se alimentan del fitoplancton que baten las olas, se encuentran en un medio perfecto para su desarrollo entre las rocas, su pedúnculo carnoso con el cual se adhiere a los peñascos es la parte comestible, protegida por una piel oscura. Se cría formando grupos o piñas, son mejores los de aguas muy agitadas, lo que hace muy arriesgada su extracción de la zona donde rompen las olas. Su preparación es sencilla: tan sólo han de cocerse, en agua de mar o en agua a la que se añade sal gorda. Se sirven, mejor, calientes.
Ribamontán al Mar también conquista por sus deliciosas parrilladas de pescados. Pequeñas embarcaciones y pescadores de caña, llenan a diario sus cestos de variadas especies. Lubinas, cabrachos, bocartes y sardinas que asadas son un plato típico. Los calamares alcanzan una calidad inmejorable. De las aguas provienen también algunos de los guisos marineros de más renombre: merluza en salsa verde, maganos encebollados, o almejas a la cazuela.
El vacuno es la carne por excelencia en Cantabria, aquí la gastronomía también se surte de este producto de alta calidad, no pueden faltar tampoco las buenas verduras y hortalizas de sus huertos en este fértil valle que se pierde hacia el mar. Y como broche final, los exquisitos postres caseros y artesanos elaborados con la destacada materia láctea que produce su estupenda y afamada ganadería.
Pero si destacados y de selecta calidad son sus productos en la mesa, el Municipio de Ribamontán también goza de una reconocida fama por sus instalaciones, la atención esmerada de sus servicios y un alto nivel en sus ofertas hosteleras.